Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El bioquímico Iborra ingresó en 2014 en la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana.PILAR CORTÉS

Iborra: «El coronavirus está logrando que los científicos nos asociemos por primera vez»

El investigador de Sax ha dirigido el departamento de Biología Molecular y Celular del Centro de Biotecnología del CSIC y ahora es jefe de grupo del Centro de Investigación Príncipe Felipe y del Instituto de Biomedicina de València

P ¿Cómo se enfrenta la comunidad científica al coronavirus

R Con mucho respeto. Esta pandemia está sirviendo para sacar lo bueno de la gente y, como no podría ser de otra manera, este comportamiento se ha extendido a la comunidad científica. Los científicos nos caracterizamos por ser muy celosos de nuestros resultados. Nuestro trabajo suele ser laborioso y fruto de mucho tiempo de experimentación. Y como las cosas se descubren una sola vez, somos muy reticentes a compartir nuestros resultados hasta que no han sido publicados. Ese comportamiento, que era la norma hasta la fecha ha cambiado dramáticamente gracias al coronavirus. Somos muy conscientes de la amenaza que supone este virus y eso nos ha hecho recapacitar y concienciarnos de que la única manera que nos permitirá salir de esta situación es si llevamos a cabo un esfuerzo colectivo, donde cada uno aporta de inmediato lo que sabe y lo que tiene. Por primera vez nos estamos asociando y es un cambio que espero que haya llegado para quedarse.

P ¿Hay precedentes?

R Ya desde hace algunos años existen iniciativas científicas colaborativas que están resultando ser exitosas, como la de clasificar las galaxias. Tenemos maravillosos telescopios que pueden obtener cientos de miles de imágenes del universo, pero esas imágenes sin analizar no sirven de nada. Los ordenadores no son muy buenos reconociendo patrones, cosa en la que los humanos somos magníficos, así que cualquiera con acceso a la web puede clasificar galaxias y esta iniciativa esta resultando ser un gran éxito.

P ¿Podían imaginar una pandemia de estas características?

R No. Éramos conscientes de la existencia de virus emergentes, que son virus que existen en la naturaleza y de pronto mutan y se vuelven virulentos. Pero nunca pensábamos que esto iba a pasarnos en el siglo XXI en el primer mundo. Nos ha puesto los pies sobre la Tierra y nos ha concienciado de lo frágiles que somos.

P ¿El Covid-19 está entre nosotros desde mucho antes?

R Parece ser que sí. En 2005 apareció el brote del SARS que podríamos decir que es la versión primera de este virus. Si esta enfermedad es una zoonosis, significa que desde principios de los 2000 ha estado en la naturaleza, posiblemente en los murciélagos, hasta que ha vuelto a saltar al humano con una versión renovada.

P ¿Por qué se sabe tan poco del nuevo SARS-CoV-2?

R Los virus son organismos muy simples y altamente sofisticados que mutan para evadir los sistemas de defensa. Su «modus operandi» es utilizar los recursos de su hospedador en su beneficio. Pero cada uno ataca una faceta de la fisiología celular específica. Así que hasta que no tengamos un conocimiento detallado de su comportamiento no podremos desarrollar herramientas eficaces para defendernos.

P ¿Vendrán más virus cuando consigamos doblegar al Covid?

R Por supuesto, no lo dude. Los virus emergentes son una realidad patente. Por ello debemos de estar preparados. No solo con virólogos y neumólogos. Puede que el próximo virus afecte al riñón o al páncreas...Por ello debemos de estar preparados para todo con un sólido tejido científico, sanitario y técnico.

P ¿Se ha creado este virus en un laboratorio como afirman algunas autoridades mundiales?

R Esta es una acusación tremenda. No tengo información para opinar sobre el tema.

P ¿Y la vacuna, para cuando?

R Existen en torno al centenar de grupos de investigación que están desarrollando vacunas contra el Covid-19. Cada grupo usa una estrategia diferente, cosa que nunca había ocurrido. Esto nos hace albergar esperanzas de que pronto tendremos vacuna. Otra cuestión es cuanto y por cuanto tiempo nos protegerá. Eso es harina de otro costal. Por ello creo que no solo debemos apostar por la vacuna. Debemos conocer bien la biología del virus, para identificar los puntos débiles que podamos tratar farmacológicamente. Esa estrategia es la que estamos siguiendo muchos grupos. Cada uno enfocando el problema desde su área de conocimiento para, de ese modo, obtener un tratamiento eficaz contra esta enfermedad.

P Cuando todo pase, ¿qué conclusiones habrá que sacar?

R A mi juicio varias y muy importantes. La primera la fragilidad de nosotros como especie biológica y de nuestro sistema económico y social. Las consecuencias de no poseer una sólida industria nacional y el peligro de la globalización, que lo habíamos subestimado y lleva a la humanidad en el mismo barco. De tal modo que si nos hundimos, nos hundiremos todos. Creo que esta pandemia nos debe hacer reconsiderar el orden mundial, si de verdad esto es lo que queremos.

P ¿Por qué no les aplauden a los científicos desde los balcones?

R Porque en muchos casos somos esa minoría invisible que en muchos casos asocian al científico chiflado. En nuestro país no gozamos del respeto que tienen los científicos en países como los anglosajones.

«Defiendo una vacuna de acceso universal como Bill Gates»

Iborra confía en que la clase política apueste a partir de ahora por la investigación y prevé un repunte de contagios

P ¿Cree que la clase política se habrá concienciado de la importancia que tiene la ciencia?

R Debería y espero que nos sirva para relativizar la importancia de sectores que hasta ahora pensábamos que no eran muy importantes como es el caso de la ciencia. En España se forman muy buenos científicos, proceso que es muy costoso, pero una vez finalizan su entrenamiento no sabemos que hacer con ellos y los exportamos como personal altamente cualificado a precio de saldo. Estos recalan en países donde pueden desarrollar exitosamente su carrera y generar tanto conocimiento como dividendos para su país de acogida. La ciencia es imprescindible no solo para curar enfermedades sino para prosperar en el ámbito económico. Los emprendedores con mayor éxito y de los negocios más pujantes se suelen basar en nuevas ideas que pasan casi siempre por la ciencia y la tecnología. Los países ricos saben que la regla de oro es «renovarse o morir». Recuerde a Severo Ochoa, que fue premio Nobel gracias a su trabajo en USA, nunca renuncio a su nacionalidad americana, de la que estaba muy orgulloso, pues le había proporcionado su éxito.

P ¿Cómo ser competitivos?

R Ser competitivo requiere de la innovación de nuevos productos y procesos de fabricación. La industria competitiva necesita de la ciencia y la tecnología.

P Sin embargo Unamuno despreció la ciencia...

R En España hemos abrazado los dictados de Unamuno, cuando ridiculizaba los avances científicos y decía: «Que inventen, pues, ellos y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones. Pues confío y espero en que estarás convencido, como yo lo estoy, de que la luz eléctrica alumbra aquí tan bien como allí donde se inventó». Sin embargo nos hemos dado cuenta que depender de otros países, tanto en la investigación como en la producción es un error.

P ¿Debe la ciencia dedicarse al estudio de procesos fundamentales de la naturaleza o a aspectos aplicados?

R Un día William Gladstone se dirigió a Michael Faraday y refiriéndose a sus descubrimientos en el mundo de la electricidad le preguntó sobre la utilidad práctica de la energía eléctrica. A lo que Faraday le respondió "Sir, un día podrá usted gravarla con impuestos". Muchas veces los científicos no somos conscientes de las implicaciones que tienen nuestros descubrimientos hasta muchos años despues de realizarlos. Por ello, creo que todo euro invertido en ciencia es una buena inversión. En ciencia no se puede ser cortoplacista...

P ¿Hay «guerra científica» entre los países para conseguir la primera vacuna?

R Sí, pero a mi juicio es un error. Yo estoy a favor de la estrategia de Bill Gates que quiere crear una vacuna con acceso universal. Es terrible que alguien tenga unos derechos por el mero hecho de haber nacido en una región u otra. Esto es una pandemia, que no distingue de países ni fronteras. No podemos olvidar que la motivación que mueve a alguno de estos países es el interés económico, que a mi juicio es tan deleznable como el nacionalista.

P ¿El Covid-19

R Sí. Muchos organismos científicos tienen a toda o la mayor parte de su plantilla confinada.

P ¿Los virus proceden de otros mundos?

R No. Son tan de esta tierra como usted y yo.

P ¿Por qué los científicos españoles están tan cotizados en el extranjero?

R Porque hemos disfrutado de una formación excelente. Además, por nuestro carácter solemos ser emprendedores, creativos y muy trabajadores, quizás no tanto como los japoneses (ríe), y todo ello nos hace ser muy apreciados.

P ¿Cree que habrá un repunte?

R Lamentablemente sí que lo habrá. Al comienzo de la pandemia en febrero creía que con el buen tiempo esta enfermedad desaparecería. Pero el hecho de que este virus avance a pasos agigantados en el hemisferio sur en países como Brasil con un clima tropical, me hace ser poco optimista.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.