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10 consejos para cuidar los pies en invierno

10 consejos para cuidar los pies en invierno

as bajas temperaturas típicas de los meses de invierno son un factor de riesgo para la salud de los pies y es necesario tomar algunas precauciones para evitar complicaciones en ellos, especialmente en el caso de las personas mayores, niños y aquéllos que practiquen deportes de invierno, ya que son los que mayor riesgo tienen de padecer congelaciones de los miembros inferiores.

Una de la principales dolencias que pueden afectar a los pies en relación al frío son los sabañones (lesión dérmica que se produce por una vasoconstricción prolongada y que deriva en hipoxemia e inflamación de las paredes vasculares). Para evitar esta dolorosa patología y otras asociadas al frío, como dermatitis o eccemas, desde el ICOPCV se ha elaborado un decálogo con recomendaciones para cuidar los pies durante los meses de frío:

Usar calcetines de fibras naturales, como la lana, que permitan mantener calientes los pies sin apretarlos ni dificultar la circulación de la sangre.

Escoger un calzado que permita la transpiración del pie para que éste no se humedezca y evitar que aumente la sensación de frío.

Evitar las fuentes de calor directas: Es fundamental mantener una correcta temperatura de los pies a través del uso de calcetines y calzado adecuados y no intentar calentarlos acercándolos a una estufa o bolsa caliente, por ejemplo, porque podrían incentivar la aparición de sabañones.

Población de riesgo: En el caso de los mayores, es aconsejable la utilización de cremas específicas que preparen la piel para las agresiones del frío, reparen las grietas y normalicen la estructura de la epidermis.

Deportes de riesgo: En el caso de practicar deportes de invierno es fundamental que los calcetines sean finos y estén fabricados con materiales específicos para su práctica. Así, se evitarán rozaduras, ampollas y permanecerán secos y con una temperatura adecuada. Además, si de forma habitual se utilizan plantillas, éstas deberán ser incorporadas al calzado deportivo.

Para estimular la circulación conviene realizar pediluvios de agua fría, agua tibia y agua fría. Esto es especialmente recomendable en las personas con problemas de circulación o tras la práctica de deportes de invierno como esquí, snowboard o senderismo, por ejemplo.

Evitar que el pie está inmovilizado para activar la circulación de la sangre y que no se produzca un enfriamiento de los miembros inferiores. Si se está mucho tiempo sentado, es aconsejable masajear los pies periódicamente y realizar ejercicios específicos con ellos para mejorar la circulación y mantener una temperatura adecuada.

Evitar el alcohol y el tabaco ya que ambos contribuyen a una deshidratación de la epidermis que aumenta el riesgo de padecer sabañones.

En el caso del calzado de fiesta, se recomienda utilizar botines frente a zapatos salón porque mantienen mejor la temperatura del pie.

Es importante que la suela del calzado sea antideslizante, ya que en esta época del año el suelo puede estar húmedo y, debido a ello, dificultar la marcha o propiciar caídas o torceduras de los miembros inferiores.

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